Voy a contar mi historia, algunos podrán creerla, otros no, es más que nada para contarles mi experiencia y afianzar su creencia (o su no-creencia) para con Slenderman. Yo vivo en una zona rural de la ciudad de Corrientes, Argentina. Con unos amigos decidimos, a la noche, pasear por el bosque, en busca de algo emocionante. Cuando nos adentramos en el bosque, llegamos a un ancho y muy transitable sendero, a donde, a lo lejos, divisamos una silueta humana. Era anormalmente alta, y de muy largas extremidades. Yo en ese entonces, no conocía la leyenda de Slenderman, por lo que nunca imaginé nada parecido. Pensé que era un humano. O al menos, parecía humano. Primero, grité, preguntando si era una persona. No recibí respuesta alguna. Despues de hablarle repetidas veces, y no recibir respuesta, alumbré con la linterna, pero a su torso. “¿Quién es usted?!” grité violentamente al notar que estaba vestido de traje negro y corbata blanca (no roja), y violentado por el miedo. No recibí respuesta. Alumbré, entonces, directo a su rostro. No había rostro. Fue solo un segundo que miré a su cabeza sin rasgos, porque al darme cuenta de lo que tenía enfrente, corrí como si no hubiera un mañana. Luego mi vida continuó sin secuelas, nunca más vi nada parecido, y espero no hacerlo.
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